Los jóvenes son conscientes de la desigualdad de género en la sociedad actual, sin embargo, todavÃa se reproducen roles propios de otras épocas
Mónica Jurado
La desigualdad de género alude a las diferencias que a lo largo de la historia han marcado el desarrollo del hombre y la mujer. El sexo femenino ha tenido las de perder en este terreno, y aunque la lucha por conquistar su lugar viene de lejos, lo cierto es que aún existen desequilibrios entre hombres y mujeres en lo que se refiere a posibilidades de acceso laboral, cualificación para determinados trabajos e incluso desigualdad en el ámbito doméstico.
Contra esta situación, la esperanza está en las nuevas generaciones, nacidos y educados con la democracia, pero no libres de las costumbres y patrones educativos que persisten en los padres y los abuelos.
El Semanario invitó a varios jóvenes a debatir sobre la perspectiva de género, con objeto de pulsar la opinión y conocer la realidad de los adultos de la sociedad del futuro.
Diferencias tangibles
A priori, este segmento representativo de la juventud cordobesa está de acuerdo en acusar la privilegiada consideración del hombre en detrimento de la de la mujer y opina que, aunque paso lento, las posiciones se van suavizando.
Asà lo recoge el reciente estudio Las razones de los jóvenes. Discurso de los jóvenes andaluces, realizado por Manuel Fernández Esquinas y Jorge Ruiz e impulsado por el Instituto Andaluz de la Juventud, en el que se pone de relieve que, “aunque hay una tendencia al cambio en los roles vinculados al sexo, estos cambios son lentos y más o menos conflictivos�.
En este sentido, los jóvenes que asistieron al encuentro son conscientes de que la brecha permanece abierta, y citan algunos de los puntos “negros�. “A un chico lo ascienden antes en el puesto de trabajo, los sueldos también son diferentes, e incluso, por el hecho de ser mujer, se le encomiendan labores extra que no tiene por qué hacer en el puesto que desempeña�, sostiene Sara Sánchez, de 20 años.
Leonor Casasola, estudiante de 1º de Bachillerato, corrobora esta afirmación, y apunta que si todavÃa la igualdad no es completa es porque “a los hombres les conviene seguir teniendo poderâ€�, y añade que la desigualdad es una realidad intrÃnseca en la sociedad. A este respecto opina Cristina Huertas, que cursa 2º de Bachillerato, “en la teorÃa se dice que ya no existe desigualdad de género, pero la práctica es muy diferente, en el fondo no se ve esa igualdadâ€�.
En este camino para lograr la igualdad de sexos, la mayorÃa de los jóvenes se mostraron crÃticos a la hora de aceptar “los caramelosâ€� que la sociedad ofrece para promover la defensa de los derechos de la mujer, y que se refiere a conceptos como paridad y discriminación positiva. “No se tiene que hablar de paridad o discriminación positiva, esto también puede ser machista. Se tiene que hablar de capacidad para hacer un trabajo, de personas con aptitudes para desempeñar unas labores, con independencia de que sean hombres o mujeresâ€�, indica Manuel González, de 20 años.
No obstante, si bien la juventud aprecia y critica las desigualdades por cuestión de sexo en la sociedad actual, el terreno sobre el que mejor pueden hablar es el del ámbito doméstico. En este punto, el estudio realizado por el IAJ señala que las diferencias en el trato familiar hacia los chicos y las chicas tienen que ver con el reparto de responsabilidades, y aunque se señalan cambios sustanciales, “parece que subsisten importantes diferencias en cuanto a la ‘educación’ de los hijos según su sexo�.
La educación en casa
El estudio manifiesta que los roles tradicionales que asignan a las mujeres en el desempeño de tareas domésticas, si bien se han cambiado en las últimas décadas, se mantienen en mayor o menor medida y, sobre todo, “chocan con la resistencia de los chicos a asumir unos trabajos de los que hasta fechas recientes estaban exentos�.
Tanto Salva Sánchez como Javier Lozano, estudiantes de 4º de ESO y 1º de Bachillerato respectivamente, señalan que en casa no realizan ninguna tarea doméstica, puesto que una asistenta se encarga de las labores del hogar. Ambos afirman que no son contrarios a que las tareas se repartan en el hogar, pero aclaran que en su caso, “vemos normal que las cosas de la casa las haga una mujerâ€�. “No es que lo veamos bien o mal, es que es a lo que estamos acostumbrados desde pequeñosâ€�, justifican los chicos. “Si viéramos a un hombre, a lo mejor al principio nos llamarÃa la atenciónâ€�.
Por su parte, Sara es rotunda en este aspecto, afirma que en casa se reparten las tareas del hogar y considera que “hoy dÃa, a los chicos deberÃa darles vergüenza que la mujer haga todo en casaâ€�.
En este sentido hay que señalar que las circunstancias socioeconómicas condicionan el punto de vista juvenil. Los jóvenes que gozan de un nivel adquisitivo alto, no perciben el problema con la gravedad que otros compañeros confieren a la cuestión. “Creo que entre las clases más altas, son más conservadores en cuanto al cambio de roles entre hombre y mujeres�, resume Manuel, quien añade que, si bien “mi madre es la que pasa más tiempo en casa y asume las tareas, cuando estamos todos, las responsabilidades se reparten�.
Cristina, por su parte, hace una puntualización. Sus padres trabajan fuera de casa y una asistenta se encarga de las tareas domésticas, pero afirma que a pesar de contar con ayuda externa, “mis padres han fomentado la igualdad, no hay tareas asignadas a cada uno, sino que se van repartiendo poco a poco�.
Esta cuestión se expone igualmente en el estudio Las razones de los jóvenes. Discurso de los jóvenes andaluces, que matiza, “curiosamente, son las chicas de clase media las que adoptan posturas más beligerantes en relación con el reparto igualitario de las responsabilidades domésticas�, y añade, “quizá porque su liberación parcial de las mismas incide en mayor medida en sus posibilidades socio laborales�.
La comodidad distorsiona
Aunque no se puede generalizar, los jóvenes provenientes de nivel adquisitivo medio, se muestran más crÃticos y activos en la lucha por el derribo de tópicos y barreras que impiden la igualdad entre hombres y mujeres.
Las opiniones se enfrentan en este aspecto. Mientras que Salva Sánchez y Javier Lozano afirman que la mujer es la primera que debe reclamar sus derechos y luchar por mejorar su situación, sus compañeras de debate, califican de reducida esta perspectiva y tienen claro que la lucha por la igualdad no depende sólo de la mujer, “los hombres también deben defender esa igualdad, sola no los conseguiremos�, insiste Leonor.
El desencuentro se hace patente cuando, mientras que unos califican de tradición los patrones de comportamiento que prestablecen roles distintos para hombres y mujeres, otros abogan por empezar de nuevo y educar en casa y en el colegio siguiendo unas premisas que favorezcan el desarrollo de hombres y mujeres por igual. No obstante Cristina puntualiza que “tradición no es educación, y que la tradición no siempre es buenaâ€�. AsÃ, afirma que si la “tradiciónâ€� vulnera los derechos de las mujeres hay que desecharla, y la mejor alternativa está en fomentar la educación en valores igualitarios tanto en casa, como en el colegio y en las instituciones.
La desigualdad llevada al extremo
La violencia doméstica es, en muchos casos, la manifestación radical de aquellos que insisten en mantener roles distintos para hombres y mujeres. En estas situaciones la mujer es considerada inferior al hombre, y la lucha por defenderse acaba en numerosas ocasiones con la vida. La violencia de género fue el tema con el que cuatro alumnas del Colegio La Salle de Córdoba-Cristina Huertas, RocÃo Arenas, Gloria Ortega y Pilar MartÃn- se alzaron con un premio organizado por Caja Castilla La Mancha. Cristina explica que este trabajo las ha despertado a un mundo que no conocÃan. “Es mucho más duro que lo que se ve en la tele, es muy duro conocer la situación de mujeres maltratadas, su realidad y ver lo poco que hasta ahora hacen las Administracionesâ€�, sostiene la joven. El estudio, que ampliaba el campo de trabajo al resto de paÃses europeos destacaba que España es el sexto paÃs en casos de violencia doméstica, mientras que, para sorpresa general, es Suecia el estado que, pese a ser considerado paradigma del bienestar social, ocupa la primera posición. El trabajo se complementa con un DVD en que entrevistan al Ministro Moratinos, y un CD.
http://www.lacalledecordoba.com/noticia.asp?id=11815
Hombre y mujer, la brecha sigue abierta
23.4.05
Ore : 8:56 p. m.
Ore : 8:56 p. m.
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