No creo en las casualidades, mucho menos en la predestinación, aunque es curioso que al abrir una página cualquiera de un libro cualquiera encuentre una frase así. Y la verdad es que a veces se llega a situaciones casi inimaginables momentos atrás, momentos en los que uno se plantea muchas cosas. Son las cosas que tiene la presión y los agobios...

Lo que me trae a la cabeza a una compañera, brillante más en despistes que en cualquier materia de estudio (cosa que le perjudica y que, a mí personalmente, me saca de mis casillas) incluso se está planteando en dejarlo todo tirado (estudios incluidos) Y la desmotivación puede con ella...

Y uno ya no sabe qué hacer (para todos es igual de fácil/difícil), dejarla como un caso perdido y decirle que se esté quieta y que se centre en lo que tiene que hacer, o intentar ponerse con ella y echarle una mano. La segunda opción es la "más bonita" pero también la más difícil (más aún con alguien decepcionado), pero tampoco se puede poner uno siempre en su pellejo (ni en el de nadie).

En cualquier caso, pienso que se nos debería motivar más y no ir tan "a lo bestia" a tirarnos a todos, porque no se puede estudiar así... (¡Qué harta estoy!) Al igual que no es normal decirle a alguien que ha suspendido un examen "sin comentarios, suma y sigue"