DESCRIPCIÓN DEL MOMENTO DEL CRIMEN
(escrito en rojo sangre seca)

Día: cualquiera (entre semana)
Hora: 7:55 de la mañana
Descripción del lugar: autobús que se cae a pedazos, de la marca Bravo (¿conocida aquí en Córdoba? Supongo, por los Viajes El Corte Inglés). Delante lleva un plástico con un número escrito, y, al lado "La Salle". Concretamente, uno de los asientos, llenos de polvo, de dicho autobús.
Descripción de los hechos: cantar todas y cada una de las canciones (en español) que ponen en la radio

Apreciaciones personales y declaración del presunto culpable
Odio despertarme cada mañana con la voz de J en la cabeza. Y digo despertarme porque hasta la parada llego medio zombie, hasta que el chófer pone la radio. "Pa-pa-pastillas de freno, a toda pastilla" ¡Que se calle! ¿En su casa no le han dicho que no canta bien? ¿En el autobús sólo lo oigo yo? Es cierto que parte de la culpa es mía, involuntaria pero mía, y es que coincide que muchas veces me siento delante de J y de su amigo con nombre imposible de escribir. "Porque nada valgo, porque nada tengo" ¡No sé que tendrá, pero desde luego voz no! Y lo más que se le dice es: oye, J, habla más bajo que tengo que repasar y sólo se te oye a ti. &$%·& Pero cómo no se le va a oír. Y lo peor es cuando se ambienta y el tono de voz aumenta "estoy hecho... de pedacitos de tiii" No, afortunadamente no. Los únicos pedacitos son los de mis oídos, que se caen en cuanto llegamos al colegio. (Seré la única persona que se quiere bajar, pero es que tengo razones) Por este motivo, un día de estos, que me levante con el pie izquierdo, la voy a armar... La cuestión es que hay que saber estar cada uno en su sitio, por eso se va a librar... de momento.
Seguramente, el coro celestial tampoco lo admitiría en sus filas...

Mientras esto ocurre (que no creo por mi propio bien) voy a hacer de mecenas, y es que Lena me ha pasado 2 textos para que le eche un vistazo...