Con ganas de Semana Santa (que ya se puede decir que ha acabado) hemos vuelto del (pedazo de) viaje al que hemos ido... Lo malo es que ahora toca estudiar, asà que a ver si en esta semana adelanto cosas y puedo escribir aquà más o menos en condiciones...
(I need some R&R)
De vuelta
27.3.05
Ore : 12:33 p. m.
Ore : 12:33 p. m.
No volveré hasta el 24
15.3.05
Ore : 8:47 p. m.
Ore : 8:47 p. m.
(y eso será si mi ordenador sale de la Unidad de Cuidados Intensivos -Servicio técnico-)
¡¡Nos vamos de viaje!!
(Ã�msterdam-Bruselas-ParÃs-Londres)
¡¡Nos vamos de viaje!!
(Ã�msterdam-Bruselas-ParÃs-Londres)
11.3.05
Ore : 12:06 a. m.
Ore : 12:06 a. m.
Un año después. Hay cosas que no se olvidan.
Another pic by Nostlinger
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Adiós Tut
10.3.05
Ore : 6:08 p. m.
Ore : 6:08 p. m.
¿Otro misterio desvelado? Tut no fue asesinado... (creo que me gustaba más el no saber la verdad)
Describe (en viernes) la imagen o recuerdo que se te viene a la cabeza con las siguientes palabras
7.3.05
Ore : 5:07 p. m.
Ore : 5:07 p. m.
1. Arena. Pisadas en la arena. Huellas que duran poco. La brisa y el mar contribuyen para que se vayan borrando y esos pies no dejen rastro...
2. Noche. Noche frÃa de otoño. Una noche sin dormir puede traer a la mente los mejores recuerdos.
3. Manjar. Me recuerda a la panacea de los dioses o a algo parecido aunque, sin duda, el mejor manjar del mundo es el salmorejo cordobés (hay que tirar pa'la tierra, ¿no?)
4. Mal sueño. Pesadillas. Los minutos parecen horas. Son las 3:27 am. No consigo pegar ojo. Hay cosas que se repiten. ¿Por qué vuelvo a soñar lo mismo?
5. Piel. Esta palabra no la puedo generalizar... :)
2. Noche. Noche frÃa de otoño. Una noche sin dormir puede traer a la mente los mejores recuerdos.
3. Manjar. Me recuerda a la panacea de los dioses o a algo parecido aunque, sin duda, el mejor manjar del mundo es el salmorejo cordobés (hay que tirar pa'la tierra, ¿no?)
4. Mal sueño. Pesadillas. Los minutos parecen horas. Son las 3:27 am. No consigo pegar ojo. Hay cosas que se repiten. ¿Por qué vuelvo a soñar lo mismo?
5. Piel. Esta palabra no la puedo generalizar... :)
"Oscar" Drexler
Ore : 4:53 p. m.
Sólo me sonaba el nombre cuando me dijeron que lo habÃan nominado para los Oscars. Quizá lo habrÃa oÃdo alguna vez, pero no identificaba quién era. Obviamente, ahora con el premio todo el mundo dirá que sabÃa perfectamente que Jorge Drexler lleva no-sé-cuántos años en el mundo de la música...
La cuestión es que conseguà hace dos o tres dÃas oÃr la canción y, la verdad, no me disgusta (lo malo es que no la puedo encuadrar dentro de la pelÃcula porque no la he visto...). Y, a pesar de las interpretaciones que se puedan hacer, me parece optimista.
AL OTRO LADO DEL R�O (Jorge Drexler)
Clavo mi remo en el agua
Llevo tu remo en el mÃo
Creo que he visto una luz al otro lado del rÃo
El dÃa le irá pudiendo poco a poco al frÃo
Creo que he visto una luz al otro lado del rÃo
Sobre todo creo que no todo está perdido
Tanta lágrima, tanta lágrima y yo, soy un vaso vacÃo
Oigo una voz que me llama casi un suspiro
Rema, rema, rema-a Rema, rema, rema-a
En esta orilla del mundo lo que no es presa es baldÃo
Creo que he visto una luz al otro lado del rÃo
Yo muy serio voy remando muy adentro sonrÃo
Creo que he visto una luz al otro lado del rÃo
Sobre todo creo que no todo está perdido
Tanta lágrima, tanta lágrima y yo, soy un vaso vacÃo
Oigo una voz que me llama casi un suspiro
Rema, rema, rema-a Rema, rema, rema-a
Clavo mi remo en el agua
Llevo tu remo en el mÃo
Creo que he visto una luz al otro lado del rÃo
PD: Pese a los piques me acuerdo de los cumpleaños de esa gente que ya casi no me habla... En cualquier caso: ¡Felicidades!
PD2: Leà ayer que hay artistas norteamericanos a favor del P2P debido a que asà se difunde más su música, a ver si esto se extiende...
La cuestión es que conseguà hace dos o tres dÃas oÃr la canción y, la verdad, no me disgusta (lo malo es que no la puedo encuadrar dentro de la pelÃcula porque no la he visto...). Y, a pesar de las interpretaciones que se puedan hacer, me parece optimista.
AL OTRO LADO DEL R�O (Jorge Drexler)
Clavo mi remo en el agua
Llevo tu remo en el mÃo
Creo que he visto una luz al otro lado del rÃo
El dÃa le irá pudiendo poco a poco al frÃo
Creo que he visto una luz al otro lado del rÃo
Sobre todo creo que no todo está perdido
Tanta lágrima, tanta lágrima y yo, soy un vaso vacÃo
Oigo una voz que me llama casi un suspiro
Rema, rema, rema-a Rema, rema, rema-a
En esta orilla del mundo lo que no es presa es baldÃo
Creo que he visto una luz al otro lado del rÃo
Yo muy serio voy remando muy adentro sonrÃo
Creo que he visto una luz al otro lado del rÃo
Sobre todo creo que no todo está perdido
Tanta lágrima, tanta lágrima y yo, soy un vaso vacÃo
Oigo una voz que me llama casi un suspiro
Rema, rema, rema-a Rema, rema, rema-a
Clavo mi remo en el agua
Llevo tu remo en el mÃo
Creo que he visto una luz al otro lado del rÃo
PD: Pese a los piques me acuerdo de los cumpleaños de esa gente que ya casi no me habla... En cualquier caso: ¡Felicidades!
PD2: Leà ayer que hay artistas norteamericanos a favor del P2P debido a que asà se difunde más su música, a ver si esto se extiende...
3.3.05
Ore : 4:33 p. m.
Ore : 4:33 p. m.
DeberÃas revisar el correo más a menudo...
Another pic by Nostlinger
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Quijote y Sancho hoy
Ore : 12:02 a. m.
-.AVISO: ESCASO VALOR LITERARIO--
(Otro concurso del colegio... No doy para más, pero medio punto en la final es medio punto...)
Si hoy dÃa el gran hidalgo de nuestra literatura volviera a cabalgar por tierras manchegas se mostrarÃa aún más contrariado que hace cuatro siglos. Los gigantes, esos molinos, ya no son lo que eran. Aquellas grandes aspas de antaño han sido sustituidas por otras más modernas, más innovadoras. Sin embargo, probablemente seguirÃan siendo para él seres enormes aunque quizá algo más demacrados. Y esos castillos medievales, es decir, las ventas, bien los encontrarÃa vacÃos, bien alumbrados con indescriptibles luces de neón, que él concebirÃa como una gran fiesta de los señores.
Se podrÃa decir que el hombre de hoy, de la postmodernidad, es realista. Un Sancho rejuvenecido, quizá algo más ilusionado debido a los avances de la ciencia, pero aun asà un hombre centrado en alcanzar determinados objetivos estereotipados: reconocimiento social, fortuna, estabilidad laboral…
Casi un siglo después de que se afirmara con tristeza que “a España le sobran los Sanchos y le faltan a menudo Quijotesâ€� la situación no varÃa. Buscamos la comodidad, aferrándonos incluso a la pereza que, aun debiendo brillar por su ausencia para forjar un mejor desarrollo, sigue siendo una de nuestras más leales amigas.
Nos asustan las situaciones utópicas, ¿para qué intentarlo si no lo vamos a conseguir? Partiendo de ese supuesto no sólo no nos motivamos sino que, asimismo, nos autoconvencemos de que ya habrá otra persona que se preocupe de hacerlo por nosotros.
No obstante, ser realista conlleva una serie de factores positivos que no deben caer en el olvido. Los castillos en el aire, que en este caso ya no son las ventas quijotescas, que se derrumban suelen hacer ruido, además de, obviamente, mermar los ánimos de quien en su momento los hizo. Y esto no quiere decir que ser realista es sinónimo de ser pesimista, aunque ambos conceptos suelan emparejarse de forma incorrecta. Del mismo modo, tampoco se refleja el realismo en el optimismo. Es afrontar las diversas situaciones una vez se ha reflexionado sobre ellas. Los pies están en el suelo, pisándolo de forma real. Tocando la realidad.
Quizá parte de la culpa de este realismo esté en la globalización de la información. Conocemos al detalle todo lo que ocurre en el mundo. Cada segundo surge una nueva noticia de la que somos conscientes tal y como sucede – obviada la manipulación mediática -. Tenemos acceso a mucho más conocimiento que en otras épocas lo que hace que el realista se plantee que qué es lo que no ha sido inventado ya. Por lo que se impone a sà mismo una serie de limitaciones, teniendo una serie de posibles proyectos al margen debido a que nunca será capaz de lograrlos. Seres prácticos que, como Sancho, llaman al pan, pan y al vino, vino.
Sin embargo, Sancho no estaba solo. Sin él es cierto que la Historia no continuarÃa, pero hace falta el verdadero impulsor, el verdadero promotor: la figura del Quijote. Es un personaje al que no tildarÃa de iluso. SabÃa, dentro de su locura, qué querÃa. De hecho, el tiempo ha demostrado que no estaba tan loco como se pensaba. TenÃa otra forma de entender la realidad, todos lo sabemos, pero no por eso es menos correcta. Bien es cierto que planteándose cosas imposibles se pueden llevar otras a cabo, de menor tamaño, mas igual de importantes.
Y, cayendo en el tópico, ¿cuántas veces hemos oÃdo la frase de “si quiero, puedoâ€�? En mi opinión, la máxima de las personas idealistas es ésta. Hay ocasiones en las que no se obtienen los resultados esperados, pero incluso los más grandes genios afirman que los experimentos antes de alcanzar su meta no han sido fracasos, sino formas de conocer cómo no se debe realizar.
Hay pocos idealistas. La Humanidad de la postmodernidad los extraña. ¿Quién va a cambiar el mundo? ¿Quién va a revolucionarlo con sus nuevas teorÃas? Y más aún, ¿cuándo se les va a reconocer su trabajo? Decimos de ellos que están locos, que viven en otra realidad, que se evaden de los problemas del mundo… Incluso Hemingway llegó a afirmar que “un idealista es un hombre que, partiendo de que una rosa huele mejor que una col, deduce que una sopa de rosas tendrÃa también mejor saborâ€� Pero son estos Quijotes los que hacen que el planeta siga girando. Los idealistas, en vez de centrarse en la estricta realidad, intentan aportar nuevas soluciones desde su punto de vista.
No se fijan lÃmites determinados. Quizá sus proyectos en un principio puedan parecer utópicos pero, considerando la definición (plan, proyecto, doctrina o sistema optimista que aparece como irrealizable en el momento de su formulación) que no sea posible en el momento de su formulación no quiere decir que no se pueda llevar a cabo en un futuro, que, además, no tiene porqué ser muy lejano.
Lanza en astillero, bien realista, bien idealista, debemos afrontar el mundo en que vivimos y, aunque predominen los Sanchos, hemos de fomentar la figura del caballero en un rocÃn con “más tachas que el caballo de Gonelaâ€�. Sin duda, nuestro tiempo, para seguir avanzando, necesita este tipo de héroes para algunos, e ilusos para otros, que son los que verdaderamente dan sentido a las nuevas metas que se van creando. Cuánta razón tenÃa Federico Fellini cuando afirmó que “el único realista de verdad es el visionarioâ€�, aquella persona que ve más allá de la simple realidad que nos rodea.
Se podrÃa decir que el hombre de hoy, de la postmodernidad, es realista. Un Sancho rejuvenecido, quizá algo más ilusionado debido a los avances de la ciencia, pero aun asà un hombre centrado en alcanzar determinados objetivos estereotipados: reconocimiento social, fortuna, estabilidad laboral…
Casi un siglo después de que se afirmara con tristeza que “a España le sobran los Sanchos y le faltan a menudo Quijotesâ€� la situación no varÃa. Buscamos la comodidad, aferrándonos incluso a la pereza que, aun debiendo brillar por su ausencia para forjar un mejor desarrollo, sigue siendo una de nuestras más leales amigas.
Nos asustan las situaciones utópicas, ¿para qué intentarlo si no lo vamos a conseguir? Partiendo de ese supuesto no sólo no nos motivamos sino que, asimismo, nos autoconvencemos de que ya habrá otra persona que se preocupe de hacerlo por nosotros.
No obstante, ser realista conlleva una serie de factores positivos que no deben caer en el olvido. Los castillos en el aire, que en este caso ya no son las ventas quijotescas, que se derrumban suelen hacer ruido, además de, obviamente, mermar los ánimos de quien en su momento los hizo. Y esto no quiere decir que ser realista es sinónimo de ser pesimista, aunque ambos conceptos suelan emparejarse de forma incorrecta. Del mismo modo, tampoco se refleja el realismo en el optimismo. Es afrontar las diversas situaciones una vez se ha reflexionado sobre ellas. Los pies están en el suelo, pisándolo de forma real. Tocando la realidad.
Quizá parte de la culpa de este realismo esté en la globalización de la información. Conocemos al detalle todo lo que ocurre en el mundo. Cada segundo surge una nueva noticia de la que somos conscientes tal y como sucede – obviada la manipulación mediática -. Tenemos acceso a mucho más conocimiento que en otras épocas lo que hace que el realista se plantee que qué es lo que no ha sido inventado ya. Por lo que se impone a sà mismo una serie de limitaciones, teniendo una serie de posibles proyectos al margen debido a que nunca será capaz de lograrlos. Seres prácticos que, como Sancho, llaman al pan, pan y al vino, vino.
Sin embargo, Sancho no estaba solo. Sin él es cierto que la Historia no continuarÃa, pero hace falta el verdadero impulsor, el verdadero promotor: la figura del Quijote. Es un personaje al que no tildarÃa de iluso. SabÃa, dentro de su locura, qué querÃa. De hecho, el tiempo ha demostrado que no estaba tan loco como se pensaba. TenÃa otra forma de entender la realidad, todos lo sabemos, pero no por eso es menos correcta. Bien es cierto que planteándose cosas imposibles se pueden llevar otras a cabo, de menor tamaño, mas igual de importantes.
Y, cayendo en el tópico, ¿cuántas veces hemos oÃdo la frase de “si quiero, puedoâ€�? En mi opinión, la máxima de las personas idealistas es ésta. Hay ocasiones en las que no se obtienen los resultados esperados, pero incluso los más grandes genios afirman que los experimentos antes de alcanzar su meta no han sido fracasos, sino formas de conocer cómo no se debe realizar.
Hay pocos idealistas. La Humanidad de la postmodernidad los extraña. ¿Quién va a cambiar el mundo? ¿Quién va a revolucionarlo con sus nuevas teorÃas? Y más aún, ¿cuándo se les va a reconocer su trabajo? Decimos de ellos que están locos, que viven en otra realidad, que se evaden de los problemas del mundo… Incluso Hemingway llegó a afirmar que “un idealista es un hombre que, partiendo de que una rosa huele mejor que una col, deduce que una sopa de rosas tendrÃa también mejor saborâ€� Pero son estos Quijotes los que hacen que el planeta siga girando. Los idealistas, en vez de centrarse en la estricta realidad, intentan aportar nuevas soluciones desde su punto de vista.
No se fijan lÃmites determinados. Quizá sus proyectos en un principio puedan parecer utópicos pero, considerando la definición (plan, proyecto, doctrina o sistema optimista que aparece como irrealizable en el momento de su formulación) que no sea posible en el momento de su formulación no quiere decir que no se pueda llevar a cabo en un futuro, que, además, no tiene porqué ser muy lejano.
Lanza en astillero, bien realista, bien idealista, debemos afrontar el mundo en que vivimos y, aunque predominen los Sanchos, hemos de fomentar la figura del caballero en un rocÃn con “más tachas que el caballo de Gonelaâ€�. Sin duda, nuestro tiempo, para seguir avanzando, necesita este tipo de héroes para algunos, e ilusos para otros, que son los que verdaderamente dan sentido a las nuevas metas que se van creando. Cuánta razón tenÃa Federico Fellini cuando afirmó que “el único realista de verdad es el visionarioâ€�, aquella persona que ve más allá de la simple realidad que nos rodea.
--FIN DE LA EMISIÓN-- (LO AVISÉ)
